"Como quien no sabe y puede
como quien debe y no puede
como creerse sin saberse
como mirando una luz que opaca el horizonte
Así marcha un pueblo repitiendo el dolor luego de haberlo curado"
Esa es la síntesis de la derrota electoral del once de noviembre de dos mil dieciséis que tiene por título: "Volvió la noche. Así marcha un pueblo repitiendo el dolor de la "fusiladora del 55", del genocidio del 76; del neoliberalismo del 90, de la destrucción del 2001. ese mismo dolor a vuelto "después d haberlo curado" en un lapso que duro doce años de derechos humanos conquistados, de juicios y castigos a los genocidas como nunca se hizo en la historia mundial, de plena ocupación, de avances culturales, científicos y tecnológicos. ¿Cómo es posible que se haya vuelto al mismo dolor?
A esa ciclópea tarea se lanza nuestro autor, haciendo una difícil y peligrosa navegación a mar abierto, tras "las dos vertientes de la filosofía dialéctica: el pensamiento crítico, que busca verdades, y el sofista, que busca persuadir.".
Estas dos vertientes del pensamiento se entrecruzan constantemente en el filosofar de Osvaldo, llamado en su auxilio a lo mejor del pensamiento occidental supo construir, tratando con su ayuda de producir "candados de apertura". Candados, en primer lugar, o sea sistemas cosmovisiones, panorama, pero que sean abiertos a nuevas interrogaciones e interpretaciones.
Prólogo, Ruben Dri